SOSTENIBILIDAD

Reciclaje en Brasil

El reciclaje de aluminio en Brasil coincide con la implantación de la industria del aluminio. En la década de 1920, fecha de los primeros registros de producción de utensilios de aluminio en el país, el sector utilizaba como materia prima la chatarra importada de diversos países. En la década de 1990, con el comienzo de la producción de latas en Brasil, el reciclaje del metal se fue intensificando, registrando un volumen cada vez mayor.

Hoy en Brasil el reciclaje funciona con altísimos índices de eficiencia, encima del promedio mundial, reciclando prácticamente toda la chatarra disponible. En 2015, el país recicló 602 mil toneladas de aluminio, la relación entre este volumen y el consumo doméstico de aluminio situándose por encima del promedio mundial que es del 38,5%, superior al promedio mundial de 27,1% (base 2014) En el reciclaje de latas de aluminio para bebidas, en 2015, el País recicló 292,5 mil toneladas de chatarra, lo que corresponde un 97,9% del total de envases consumidos en el 2015, índice que mantiene Brasil entre los países líderes mundiales en el reciclage de latas de aluminio. La expectativa es de crecimiento firme de esta actividad, ya que cada vez hay más productos fabricados con aluminio. Esta tendencia es irreversible en el área de envases, mientras que el aumento del consumo del metal por la industria automotriz es otra palanca importante para el desarrollo del reciclaje de aluminio.

Por estas razones el reciclaje debe obtener más espacio, reforzando el carácter sostenible de la industria mundial de aluminio. Exclusivo que sobresale cuando son demostrados los beneficios socio-económicos y ambientales de la función, como la economía de recursos naturales-minería y energía-y la generación de empleo y renta para una población equivalente de más de 250 mil personas.

Pindamonhangaba: Gran centro del reciclaje de aluminio

pindamonhangaba

La Capital Nacional del Reciclaje de Aluminio es Pindamonhangaba, ciudad ubicada en el interior de São Paulo. El título fue otorgado por la ABAL en el 2003, en reconocimiento a la importancia de la ciudad para la actividad. Fue entregado en esta ocasión una escultura hecha en aluminio, representando el símbolo internacional del reciclaje del metal. La obra, del escultor Hans Goldammer, catarinense radicado en São Paulo, tiene 4,5 metros de altura y fue confeccionada con chapas de aluminio y está instalada en la entrada de la ciudad, en las orillas de la Vila Dutra (que une São Paulo y Rio de Janeiro).

Hoy, las empresas de reciclaje situada en Pindamonhangaba que tiene capacidad para procesar aproximadamente un 70% de toda chatarra recuperada en Brasil. La elección de la empresas se debe, entre otros factores, la localización privilegiado de la ciudad, asentado entre los dos grandes centros urbanos del País – São Paulo y Rio de Janeiro- y a la infraestructura ofrecida por el municipio, que viene invirtiendo una fuerte expansión industrial.

La historia del reciclaje de aluminio en Pindamonhangaba comenzó en la década de los 70, cuando la Alcan (hoy Novelis) instaló su fábrica en el municipio para producir chapas para latas de bebidas. En 1994, la empresa inició la utilización de aluminio reciclado en la producción de chapas, lo que estimuló el surgimiento de un gran centro de reciclaje. En 1996, llegó a Latasa con su centro de reciclaje. En 1997, a Recipar (Latasa) llegó al municipio y, en 1998, esta vez fue de la Alcan (actual Novelis) instalan ahí su centro de reciclaje. Actualmente el polo de Pindamonhangaba, reúne dos empresas: La Novelis y la Latasa Reciclagem, que en el 2010 adquirió los activos de la Aleris Reciclagem.